Ponemos la seguridad en primer lugar cuando diseñamos las botellas de aguas para nuestros niños— y eso incluye someterlos a rigurosas pruebas de terceros para detectar BPA, plomo y otras sustancias. También probamos nuestras botellas de forma independiente para asegurarnos de que no haya algún peligro para los niños relacionados con las asfixias o las partes rotas. El Congreso y la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de los Estados Unidos (CPSC) reforzaron recientemente las normas de seguridad en respuesta a las preocupaciones del público sobre la seguridad de los productos. Apoyamos activamente estas mejoras y nos aseguramos de que todos nuestros productos cumplan plenamente con las nuevas normas y requisitos de información.